
Workshop
Makigami
La técnica Makigami nació en la industria japonesa muchos años antes que los diagramas Value Steam Mapping (VSM). Su nombre deriva de la palabra “trabajo con papeles” y tiene el propósito de realizar un mapa sobre la forma como se realizan los procesos, se coordinan acciones y se generan resultados en cualquier tipo de proceso empresarial.
La ventaja de Makigami es la facilidad que ofrece para observar deficiencias de los procesos o “mudas”, especialmente los humanos, causados por la falta de coordinación de acciones entre las personas de los diferentes departamentos y áreas.
La coordinación de personas para un excelente flujo de procesos
La coordinación deficiente genera muchas pérdidas en los procesos, especialmente en la pérdida de satisfacción de los clientes y el aumento de los tiempos de respuesta de las operaciones del negocio. La falta de coordinación además tiene un efecto mucho más duradero y perjudicial: erosiona la confianza, que es fundamental para las relaciones y el éxito en los negocios.
La metodología Makigami es muy útil para analizar problemas en el flujo de un proyecto ya sea de diseño y desarrollo, construcción de una planta, proyecto tecnológico, aprovisionamiento de materiales, introducción y lanzamiento de nuevos productos, gestión de mantenimiento, eliminación de errores en procesos transaccionales y de gestión que soportan las operaciones.
Makigami es un poderoso complemento para analizar procesos acotados y que no necesariamente integran la cadena de valor completa. Posiblemente la mejor cualidad de Makigami (debilidad del diagrama VSM) es que permite identificar los problemas humanos de coordinación de acciones, generados por deficiencias de información, conversaciones de coordinación y la falta de compromisos efectivos de las diferentes áreas.
La anatomía de la acción elemento central de la metodología Makigami

Este gráfico presenta la llamada Anatomía de la acción, que muestra la lógica de cómo se consiguen los resultados en una empresa. habitualmente creemos que estos se consiguen altarando las acciones, pero no vemos que sonlas conversaciones las que se tienen o no se tienen, o la calidad de estas, las que definen si se logran o no los resultados.
La anotomia de la acción la empleamos como herramienta central de análisis de los diagramas de flujo Makigami, para detectar ls conversaciones faltantes y la calidad de estas.
Nuestro taller
Apsoluti ofrece acompañar el desarrollo de Workshops aplicando Makigami específicamente a procesos concretos en un proyecto técnico. Habitualmente programamos un taller de un día para realizar el diagnóstico del punto de partida del tema en estudio. En este taller, los consultores actúan como facilitadores y son los actores que intervienen del proceso, quienes aportan sus puntos de vista sobre las debilidades en el flujo del proceso. A partir de este ejercicio, los consultores acompañan la construcción de un plan de trabajo el cual es generado por los propios actores que intervienen en el proyecto. Esta forma de trabajo permite que el equipo aumente el compromiso para implantar las soluciones obtenidas. Paralelamente, nuestros coaches realizan prácticas para fortalecer las competencias conversacionales de coordinación del euipo de estudio. El desarrollo de estas competencias es fundamental para sostener los resultados alcanzados.
