Liderazgo en TPM
Por: Yolanda Acosta Urrego
Coach Ontológico por la Escuela Newfield. Certificada como coach de equipos por le Escuela Europea de Coaching. Coach Senior en Liderazgo Generativo certificada por The Generative Leadership Institute (USA) y Coach Sistémico por ORCS.
El liderazgo en TPM y la mejora continua, conocido también como Kaizen, demanda mucho más que habilidades técnicas. Aunque el conocimiento operativo y el dominio de herramientas son fundamentales, los verdaderos avances sostenibles en esta disciplina requieren una perspectiva de liderazgo integral que considere aspectos humanos como la creación de confianza, el empoderamiento y la delegación efectiva. Estos elementos, abordados de manera profunda por autores como Rafael Echeverría, Robert Dunham, Fernando Flores y otros, constituyen la base para generar compromiso y transformar a los equipos en los pilares autónomos de la mejora continua.
Una de las primeras tareas de un líder en el contexto del TPM es fomentar un entorno donde la confianza sea el pilar central. La confianza no se impone; se construye a través de un proceso deliberado que involucra conversaciones abiertas, coherencia entre palabras y acciones, y una escucha activa que valide las inquietudes y propuestas de los equipos. Según Echeverría, la confianza se sostiene en tres pilares: la competencia, la integridad y la autenticidad. Para un líder de mejora continua, esto implica demostrar un conocimiento profundo de los procesos, actuar de manera ética y honesta, y ser genuino en la interacción con los colaboradores.
El empoderamiento, otro de los conceptos clave, va más allá de simplemente delegar tareas. Significa proporcionar a los operadores las herramientas, formación y autoridad necesarias para que tomen decisiones informadas sobre sus procesos. En el TPM, esto se traduce en hacer responsables a los operadores en mantenimiento autónomo no solo de la operación de las máquinas, sino también de su mantenimiento básico y de la prevención de fallos. Esta práctica promueve una mayor autonomía y fomenta un sentido de pertenencia hacia los resultados del equipo. Sin embargo, el empoderamiento solo es efectivo cuando existe un respaldo visible del líder, quien debe estar disponible para guiar y apoyar en la resolución de problemas.
La delegación efectiva, como complemento del empoderamiento, representa uno de los mayores desafíos para los líderes técnicos. En muchas organizaciones, los ingenieros tienden a concentrar el control de las decisiones clave, limitando el potencial de los equipos operativos. Delegar de manera adecuada no implica abdicar de responsabilidades, sino confiar en que los colaboradores tienen la capacidad para tomar decisiones acertadas dentro de un marco definido. En mi experiencia con numerosos equipos en diferentes países, este proceso se logra a través de conversaciones claras donde se definen expectativas, recursos disponibles y criterios para la toma de decisiones. Estas conversaciones, habitualmente se construyen utilizando una estructura que se enseña y se practica en forma recurrente con la ayuda de la observación de un coach profesional.
Un aspecto fundamental del liderazgo en TPM es la creación de una cultura donde el error sea visto como una oportunidad de aprendizaje y no como una causa de penalización. Echeverría destaca que las conversaciones efectivas son una herramienta poderosa para transformar la percepción de los errores. Los líderes deben facilitar espacios donde se analicen las causas de los problemas de manera objetiva y colaborativa, involucrando a los operadores en la búsqueda de soluciones sostenibles. Esta práctica fortalece la confianza y refuerza el compromiso de los equipos con los objetivos de mejora.
Además, la capacidad de mantener conversaciones productivas permite al líder gestionar la resistencia natural al cambio. En cualquier iniciativa de mejora continua, los cambios en las rutinas y las nuevas exigencias pueden generar incertidumbre y rechazo. Un líder que domina el arte de la conversación puede abordar estas inquietudes de manera efectiva, construyendo una narrativa que resalte los beneficios del cambio y el papel crucial de cada colaborador en el éxito del proceso.
Otro componente esencial del liderazgo en TPM es el compromiso activo con el desarrollo del talento humano. Un líder que impulsa la mejora continua no solo se preocupa por los resultados inmediatos, sino también por el crecimiento y aprendizaje constante de su equipo. Esto implica identificar las necesidades de capacitación, fomentar el intercambio de conocimientos y brindar retroalimentación constructiva de manera regular. La retroalimentación efectiva, en particular, es una herramienta poderosa para reforzar conductas positivas y corregir desviaciones sin generar tensión o desmotivación.
El equilibrio entre el liderazgo técnico y el liderazgo humano es lo que diferencia a un simple gestor de un verdadero líder transformador en el contexto del TPM. Mientras que el primero se enfoca exclusivamente en la implementación de herramientas y metodologías, el segundo entiende que el éxito sostenible solo se logra a través de personas comprometidas, empoderadas y capaces de actuar con autonomía. Los líderes transformadores reconocen que cada operador tiene el potencial para aportar ideas valiosas y convertirse en un agente de mejora.
Finalmente, el liderazgo efectivo en TPM y mejora continua requiere una visión transformadora que inspire a los equipos a desafiar constantemente el status quo. Esto no se logra mediante imposiciones, sino a través de la creación de un propósito compartido que motive a cada colaborador a dar lo mejor de sí mismo. Cuando los líderes adoptan un enfoque basado en la confianza, el empoderamiento y la delegación efectiva, el TPM deja de ser una simple estrategia operativa para convertirse en una poderosa herramienta de transformación cultural.
En conclusión, el liderazgo en TPM y mejora continua debe ir más allá de la aplicación de técnicas y herramientas técnicas. Las prácticas para la creación de confianza, el empoderamiento y la delegación efectiva proporcionan un enfoque valioso para generar compromiso y fomentar una cultura de mejora sostenible. Al integrar estos elementos en su práctica diaria, los líderes pueden transformar sus organizaciones y llevarlas a nuevos niveles de excelencia operativa y humana.
Un saludo…
