El dilema de la Japonización: Preservando la Identidad Cultural en las fábricas Latinoamericanas
En la era de la globalización empresarial, la influencia de las prácticas comerciales japonesas ha ganado terreno en todo el mundo, incluida América Latina. Sin embargo, lo que comenzó como una búsqueda legítima de eficiencia y excelencia operativa ha dado paso a un fenómeno preocupante: la sobrejaponización de las empresas latinoamericanas. Este proceso, caracterizado por la adopción excesiva de conceptos, términos y prácticas japonesas, plantea desafíos significativos para la identidad cultural, la comunicación interna y la efectividad organizacional en la región.
Orígenes y Motivaciones
La fascinación por el modelo empresarial japonés se remonta a más de cuatro décadas. Pero en los últimos años es superior el uso de los términos japoneses para describir prácticas, generalmente desarrolladas en el mundo del sistema Toyota de Producción. Las empresas latinoamericanas comenzaron a admirar la eficiencia, la calidad y la cultura centrada en el cliente que caracterizaban a las compañías japonesas. Motivadas por el deseo de mejorar su competitividad y adoptar mejores prácticas, muchas organizaciones latinoamericanas comenzaron a implementar sistemas TPS, TQC, TPM y otros, como el famoso modelo “Kaizen”, y a incorporar términos japoneses como “kanban” , “kaizen”, “Monotsukuri”, “Jidoka”, Pokayoke, etc. en su jerga empresarial.
El Problema de la Sobrejaponización
Sin embargo, lo que podría haber comenzado como una búsqueda de excelencia de las operaciones está evolucionado hacia una tendencia preocupante. La sobrejaponización se manifiesta cuando las empresas adoptan conceptos, prácticas, ritos y hasta escriben palabras en “Kanji” sin conocer su significado en el idioma japonés de manera indiscriminada, sin considerar su relevancia cultural o su impacto en la organización. Esto puede resultar en una desconexión entre la dirección que sigue a académicos y formadores que pretenden destacar en los medios por usar términos “novedosos” , así como en una pérdida de la identidad corporativa y cultural.
Impacto en la Cultura Organizacional
Uno de los principales problemas de la sobrejaponización es su impacto en la cultura organizacional. Cuando las empresas latinoamericanas adoptan ciegamente prácticas japonesas, corren el riesgo de erosionar su identidad única y alienar a sus empleados. La introducción de términos y conceptos extranjeros puede generar confusión y resistencia entre el personal, lo que a su vez puede afectar negativamente la moral y la cohesión del equipo. Es necesario recordar que numerosas innovaciones en el management mundial de hoy, nacieron de pensadores latinoamericanos (Chilenos) como Humberto Maturana, Francisco Varela, Rafael Echeverría y en especial de Fernando Flores, quienes produjeron una cosecha grandiosa de prácticas de dirección, muy utilizadas en el mundo, pero que no se practican en la empresa latina. Los grandes desarrollos de la ontología del lenguaje y el pensamiento sistémico, hoy hacen parte de los modelos más avanzados de dirección en entornos altamente tecnológicos, y no nacieron en Japón, son de origen Latino.
Hace muchos años estudié, trabajé y hasta me enamoré a punto de casarme en Japón. He bebido de la cultura japonesa y he estudiado su idioma, pero he encontrado que los sistemas de gestión japoneses, tal como nos lo venden hoy en América Latina, son soluciones desarrolladas desde la ingeniería de producción y no tienen emociones, alma, comportamientos y sentimientos. Revise amigo(a) lector(a) si el modelo TPM, o el sistema TPS o el reconocido TQM, considera procesos para transformar y renovar cultura de empresa. No lo tienen, pues han sido pensados desde lo mecanicista de las técnicas de ingeniería de producción. No se puede implantar un sistema de origen japonés en un país Latino sin considerar la transculturización. Los valores de la alegría, trabajar y actuar con un propósito, intuición, cercanía, humor, imaginación, hasta los abrazos, entre otros, son rasgos característicos de la cultura Latina. En lugar de adoptar ritos extraños como el “kakegoe” o gritos en grupo como los vemos en videos en Youtube sobre formación en técnicas de producción TPS, ¿por qué no construimos sobre sobre los relatos, narrativa (realismo mágico) y conversaciones necesarias para aumentar el compromiso de los empleados?.
Encontrando un Equilibrio
La clave para abordar el problema de la sobrejaponización especialmente en las fábricas, radica en encontrar un equilibrio entre la adopción de prácticas empresariales efectivas y la preservación de la identidad cultural. Las empresas latinoamericanas deben ser selectivas en cuanto a qué aspectos del modelo japonés adoptar y adaptarlos a su contexto local. Es fundamental que la dirección promueva una cultura de inclusión y participación, donde los empleados se sientan valorados y escuchados.
Conclusiones
La sobrejaponización de las empresas latinoamericanas es un fenómeno complejo que requiere una atención cuidadosa. Si bien es importante reconocer y aprender de las mejores prácticas empresariales japonesas, también es crucial mantener la identidad y la cultura propias de la región. Al encontrar un equilibrio entre la adopción de prácticas extranjeras y la preservación de la identidad cultural, las empresas latinoamericanas pueden posicionarse para el éxito en un mundo empresarial cada vez más globalizado, empleando numerosas prácticas creadas por grandes maestros Latinoamericanos que no nos atrevemos a reconocer.
Un saludo, hasta la próxima
Humberto Alvarez Laverde